
No os podéis imaginar la suerte que es poder acompañar a personas que veo cómo empiezan a desplegar sus alas, cómo empiezan a tomar las riendas de su vida, que se atreven a hacer cosas que antes eran impensables y brillan en todo su esplendor. Y es que todos nos merecemos ser felices, pero muchas veces no sabemos cómo.

Algo que he aprendido a lo largo de la vida es que A SER FELIZ SE APRENDE. Y eso es lo que más me gusta compartir en las sesiones y en mis cursos: cómo incorporar pequeños cambios en nuestro día a día pueden conectarnos con la dicha. La mayoría de éstos vienen a través del uso de una comunicación consciente: utilizar el lenguaje del Universo para resplandecer.
¿Cómo lo hacemos?
Las sesiones duran una hora y las hacemos online a través de la plataforma Zoom.